Si bien ambos conceptos se enfocan en desarrollar mejores habilidades y competencias, así como producir avances notorios en el aprendizaje y el cumplimiento de objetivos, cada herramienta tiene un punto de acción específico.
Ciertamente, estos dos procesos de acompañamiento potencian el aprendizaje, pero lo hacen de una manera muy diferente. En Afire Group solemos escuchar que coaching y mentoring son términos que a menudo se usan como sinónimos, sin embargo, aunque ambos se relacionan con el desarrollo de habilidades, son conceptos similares, pero no iguales.
Un coach es un entrenador que proporciona a los profesionales las técnicas y herramientas necesarias para lograr un objetivo. El mentor, es una persona con amplia experiencia y conocimiento en el área en la que se quiere mejorar.
Si bien un mapa no es el camino, contar con un GPS sirve para orientarnos en el territorio y así poder llegar a destino.
Digamos que en el coaching el papel del coach es más táctico, mientras que en el mentoring el papel del mentor es más estratégico (y de mayor profundidad en los temas). Un coach no aconseja ni recomienda, sino que ayuda a su cliente a encontrar sus propias respuestas. Un mentor da consejos, brinda asesoramiento y recomendaciones en base a sus conocimientos, formación y experiencia de campo.
A continuación, destacamos tres diferencias significativas entre coaching y mentoring:
1. Enfoque
El coaching está orientado a deberes. El objetivo es concretar asuntos, por ejemplo, cómo gerenciar de manera más efectiva, hablar de manera más segura y aprender a cómo pensar de forma estratégica mediante el desarrollo de ciertas habilidades.
El mentoring está orientado a relaciones. Busca proporcionar un ambiente seguro donde el cliente pueda compartir cualquier problema que afecte su éxito profesional o personal. A pesar de que los objetivos específicos de aprendizaje o competencias pueden ser usados como una base para crear la relación, prima la contención que el mentor pueda brindar a través de compartir sus propias experiencias sobre el tema en cuestión, su visión e interpretación y sus recomendaciones con la finalidad de crear un marco estratégico de acción que ayude a su cliente en el proceso de toma de decisión respecto a los pasos a seguir para lograr sus metas o dar solución a su planteo inicial.
2. Duración
El coaching es a corto plazo. Ciertamente un coach puede involucrarse con el cliente de manera exitosa durante un corto período de tiempo, incluso por unas pocas sesiones dependiendo de los objetivos fijados inicialmente de común acuerdo.
El mentoring es a largo plazo. Usualmente, para que el mentoring tenga éxito requiere de un tiempo para que ambas partes puedan aprender uno del otro y construir un clima de confianza que cree un ambiente en el que el cliente pueda sentirse seguro de compartir los verdaderos problemas que impactan sobre la obtención del éxito esperado.
3. Objetivo
El coaching motiva el desempeño. En este punto, la finalidad del coaching es mejorar el desempeño individual en el trabajo, deporte o ciertos ámbitos de la vida. Esto involucra tanto mejorar las habilidades actuales como adquirir nuevas habilidades. Una vez que el cliente adquiere de forma exitosa las habilidades necesarias, no se requiere más al coach.
El mentoring motiva el desarrollo. El objetivo es impulsar el desarrollo de la persona no sólo para el proyecto actual, sino también para el futuro mediante la transmisión de conocimientos clave y experiencias de éxito por parte del mentor.
La división Afire Coaching & Mentoring se enfoca en ayudar de forma dinámica a que las organizaciones, equipos e individuos logren sus metas de autosuperación mediante el desarrollo de una visión clara que les permita descubrir nuevos caminos, fortalecer sus capacidades, mejorar sus competencias e impulsar su nivel de empoderamiento.
Solicitá asesoramiento sin cargo.
En síntesis, a pesar de las diferencias que puedan existir entre coaching y mentoring, ambos buscan facilitar la exploración de las necesidades, motivaciones, deseos, habilidades y procesos de pensamiento que posibiliten hacer un cambio real y duradero a través de la aplicación creativa de herramientas y técnicas que impulsen al cliente hacia un compromiso con la acción bajo un modelo de seguimiento que permita evaluar los resultados del proceso utilizando medidas objetivas que ayuden a verificar si está logrando sus metas en tiempo y forma.